El viernes, China anunció nuevas medidas provisionales para fortalecer el control sobre la minería y el procesamiento de tierras raras, ampliando la supervisión estatal de materiales críticos para vehículos eléctricos, teléfonos inteligentes y aplicaciones de defensa.
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información ahora exige que las empresas involucradas en operaciones de tierras raras obtengan la aprobación del gobierno e informen con precisión sus volúmenes de producción y procesamiento.
Los infractores se enfrentarán a sanciones legales y posibles reducciones de cuotas, aunque no se han revelado cuotas específicas de producción y exportación. Las nuevas regulaciones se aplican tanto a las tierras raras extraídas en el país como a las importadas a China para su refinación.
China suministra casi el 90% de las tierras raras refinadas del mundo, a pesar de representar solo el 70% de la producción minera mundial y poseer casi la mitad de las reservas conocidas del mundo.
En 2024, el 70% de las tierras raras de Estados Unidos provenían de China, lo que destaca su dependencia de China a pesar de los esfuerzos de la administración Trump para diversificar los suministros.
Las nuevas medidas cubren productos que incluyen turbinas eólicas, grúas móviles, equipos pesados, vagones de ferrocarril, muebles, compresores y bombas.
Las regulaciones también imponen estándares ambientales más estrictos para las actividades de minería y procesamiento de tierras raras.
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